La aceptación es el estado de ánimo que nos permite vivir en paz y armonia con nuestro presente, puesto que lo sucedió en el pasado no necesariamente tiene que repetirse en el futuro.
Resignación: La resignación es el estado de ánimo a través del cual nos declaramos incapaces de generar cambios ante la realidad que se nos presenta. No sabemos qué hacer, y por lo tanto, no hacemos nada. Partimos de la inmutabilidad de los acontecimientos, algo que no puede cambiar, de tal manera que, nuestro pasado condiciona nuestro presente y futuro al no intervenir de ninguna manera.
Resignarse nos hace esclavos de nuestras experiencias pasadas, mientras que Aceptar nos libera y nos abre las puertas del aprendizaje y el cambio.