Aporto esta distinción como complemento o suma a la que mi coach-lega Rake hizo en su momento "Aceptar vs. Tolerar".
Tolerancia: Es un conflicto en diferido. Significa que puedo vivir con algo, mientras no perciba que mis intereses pueden verse menoscabados por ello.
Ejemplo: Una persona que declara: "Soy una persona tolerante con las ideas que son distintas a la mía".
Lo que realmente declara es que "aguanta" opiniones distintas a la suya, mientras ello no interfiera en la consecución de sus intereses profesionales, personales, sociales, etc...
Aceptación legítima: Es el respeto hacia el otro tal y como es, sin pretender cambiarle, ni juzgarle y tampoco hacerme responsable de sus actos y decisiones. La aceptación comporta aprender a vivir con lo que hay (guste más o menos) y a partir de ahí, poder generar nuevas respuestas, cerrar las puertas del pasado a vivencias y/o personas que generaron una emoción negativa en nosotros. Solo aceptando "lo que es", podemos construir nuestro futuro sin lastres del pasado, y para ello es necesario estar en paz con nuestro pasado y no traer al presente lo que pudo haber sido y no fue.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
ahi ke ser tolerante con todos y aceptar lo ke pase
ResponderEliminar